domingo, 6 de septiembre de 2015

Mi vida contigo

Empecé mi vida contigo y comenzó mi búsqueda personal: intenté con todas mis fuerzas demostrarte que yo era la mujer de tu vida, que nádie te quierría así, de esa manera tan apasionada, nadíe te cuidaría, te entendería, te mimaría, te colmaría de caprichos y aplacaría todos y cada uno de tus deseos, mucho antes incluso de que tú empezaras a desearlos. Me esforcé por ser la persona ideal para tí y toda tu familia. Luche por que cada día no nos sorprendiera la rutina y pudieras tan solo llegar a pensar que nuestra relación era aburrida. Aprendí a cocinar todos tus platos preferidos perfeccionando cada día más los detalles. Demostré habilidades en la cama que me sorprendieron incluso a mí misma. Dejaba todo y corría a tu lado cada vez que me pedías que estuviese a tu lado... después de dos años y medio de relación todo mi esfuerzo no fué suficiente, lo peor de todo fué que en la búsqueda de la perfección (tú perfección) perdí lo que más quería: me perdí a mi.

Fué lo más trágico que me ha ocurrido en cuestión de amores, y lo más bonito a la vez... después de sentirme durante unos meses muy abatida, empecé de nuevo otra búsqueda, una que debí haber empezado mucho antes que cualquier otra, me empecé a buscar, recuperé todo aquello que me gustaba, descubrí que me quedaba mucho por aprender de sobre mi y me sentí feliz, por primera vez disfrutaba sola de mi vida, sin estar pendiente de nadie que no mereciera relamente mi atención y me sentí tranquila, segura y decidida.

Pase lo que pase, no hay que olvidar que quién más nos tiene que cuidar y querer es una misma, y nuca dejar de ser lo que no somos por agradar a los demás. Quién te quiere de verdad, lo hace por como eres, no por lo que aparentas o por lo que pretendes dar a entender...

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